Curioso, preparando Listas de Verificación para ayudar a confeccionar el protocolo COVID de los Centros escolares y cae en mis manos un excelente artículo de la revista de la Asociación Española de Pediatría, Anales de Pediatría, publicado recientemente con el título "Las listas de verificación ¿Una ayuda o una molestia?" Recomiendo su lectura, aunque con un enfoque clínico pediátrico, es eminentemente diáfano a la hora de valorar esta herramienta profesional.
Según cuenta(1), las listas de verificación (LV) o checklist en inglés, surgen antes de la primera guerra mundial, en EEUU, como mecanismo de comprobación del despegue de los bombarderos B17. Desde entonces, casi todos los ámbitos laborales la han adoptado como forma rutinaria de que todo esta revisado en un procedimiento, sea mecánico, industrial, sanitario, etc., con el objetivo fundamental de prevenir errores por descuido.
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Como en todo, hay argumentos defensores y detractores. Entre los primeros inciden en su simplicidad, fácil adaptabilidad y aplicabilidad al entorno laboral y, en determinados casos, posibilidad de registrar y medir. Los segundos argumentan burocratización, imposición, normatividad, etc.
Lo cierto es que una LV está concebida como una herramienta para el profesional que la use, funciona si está bien aceptada por quien tiene que cumplimentarla y no ve solo un acto de rellenar unas casillas, ayuda a no olvidarse de ningún paso o procedimiento importante, también puede ordenar una secuencia de tareas determinada, es decir convierte al usuario en una persona más sistemática y menos ocurrente.
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Según sus defensores, es una forma simple y eficaz de reducir el riesgo de cometer errores o minimizar equivocaciones por exceso de confianza.
En la situación actual, en la que los Centros Educativos deben reabrir después de meses de inactividad presencial, las LV pueden resultar herramientas muy útiles para la comprobación de numerosas tareas extradocentes, poco habituales en la escuela, estandarizadas, que la nueva situación epidémica obliga a adoptar para dar seguridad a la práctica docente. Así, desde la comprobación diaria de que todo lo contenido en el Protocolo COVID referente al aula está correcto para iniciar la jornada escolar, la verificación de que los aseos contienen lo esencial para la higiene o el orden de entrada y salida de los alumnos al patio pueden ser algunos ejemplos de posibles LV.
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La LV debe ser entendida por el profesional educativo como un elemento que mejorará el trabajo en Equipo del Centro, como una herramienta de comunicación de incidencias y como un elemento que tras su cumplimentación, aporte seguridad de que los principios fundamentales de conservación de la salud en el Centro, acordados en el Protocolo COVID, están garantizados y, por tanto, el trabajo docente será más seguro.
Las LV pueden adoptar diferentes formatos, la más simple es la de un enunciado con una pregunta importante y esencial de verificación y una casilla para marcar unitaria o ambivalente con SI /NO, de esta forma la LV resulta más objetiva.
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Como en todo, cuando se adopta un elemento nuevo al que no estamos habituados, cuesta aceptarlo, solo si finalmente nos resulta útil, hará decantarnos por su continuidad.
Como ejemplo y sugerencia, acompaño algunas LV para la elaboración del Protocolo COVID y no olvidarnos de nada esencial (generalmente los documentos son extensos y requieren muchas lecturas para entresacar ideas). También otras para el día a día de padres, alumnos y profesores. Todas mejorables y todas personalizables, por supuesto.
| LV PARA LA CONSTITUCIÓN DE LA COMISIÓN COVID-19 DEL CENTRO |  |
| LV DE MEDIDAS GENERALES PREVIAS A LA APERTURA DEL CENTRO | |
| LV DE MEDIDAS PARA LAS PERSONAS TRABAJADORAS DEL CENTRO | |
| LV DE MEDIDAS PARA PARTICULARES EXTERNOS AL CENTRO | |
| LV DE MEDIDAS PARA LA INCORPORACIÓN DEL ALUMNADO | |
| LV DE MEDIDAS PARA LA PREVENCIÓN DE CONTACTOS | |
| LV DE INICIO DE CURSO PARA DOCENTES | |
| LV DE INICIO DE CURSO PARA ALUMNADO | |
| LV DE INICIO DE CURSO PARA PADRES | |
M. Andujar.
Médico del Equipo de Orientación Educativa
Linares (Jaén)
Muy bien...ahora vamos a llevarlo a los centros y ayudar a que la "Escuela" pueda abrirse y seguir abierta...ese es el reto....
ResponderEliminarEsa es la cuestión, remar todos en la misma dirección para lograrlo, y que la "fuerza" nos acompañe...
EliminarY qué tal si os unís para pedir la implantación de la enfermería escolar en toda Andalucía y en todos lo colegios?
ResponderEliminarHola Natividad. Creo que lo que planteas es algo que responderá a una necesidad sentida por la población, son las familias las que deben reclamar y lograr algo que cada día parece más cercano. Unidos estamos, quizás los últimos acontecimientos han hecho que lo estemos más que nunca, pero la administración tiene una perspectiva cortoplacista y su futuro abarca solo un poco más allá del presente. Saludos
EliminarHola.
ResponderEliminarEn vuestra documentación se recomienda que el alumnado desayune en el interior, en su aula.
En el interior no se puede quitar la mascarilla bajo ningún concepto. Luego solo por eso el desayuno no se puede realizar en interior.
Además, los últimos estudios sobre la transmisión por aerosoles nos dejan bastante claro que desayunar en el interior es una actividad de gran riesgo.
Por favor, revisad las ultimas investigaciones al respecto y rectificad ese apartado avisando a todos los Centros que están tomando vuestro documento como base para su protocolo. Estamos montando pequeños restaurantes en interior en cada clase con ratios de hasta 27 alumnos/as sin mascarilla durante 20-30 minutos (aunque se pongan turnos). Es un gran riesgo.
Gracias.
Saludos.
Hola Diego. En primer lugar muchas gracias por tu aportación, se ve que eres de los (pocos) que se han leído detenidamente el documento. Llevas toda la razón, en la situación actual no es aconsejable, en la mayoría de los colegios, que se desayune en clase por las razones que aludes. La última revisión del documento está realizada justo antes de iniciarse las clases, aún no conocíamos como se iban a constituir los grupos en los Centros de una manera definitiva y, bajo el paradigma que proponíamos, de mantenimiento de distancia física y ventilación permanente del aula, nos pareció adecuada la medida de recomendar el desayuno en clase por cuestiones de higiene. Aunque en Centros de ratio pequeña se puede realizar sin incrementar el riesgo, está claro que la realidad de una inmensa mayoría de Centros es la que expones, ya que la distancia física en el aula, ha desaparecido de los planes sistemáticamente. Este punto, junto con otros que hemos comprobado, pueden no ser idóneos, en adelante serán corregidos en la siguiente revisión que no creo que tarde mucho tiempo en publicarse. De nuevo agradecer tu valiosa aportación. Saludos.
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